Daniel 10 (RVG)
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* [[ Daniel 10:4 (RVG)|4]] Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel; | * [[ Daniel 10:4 (RVG)|4]] Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel; | ||
- | * [[ Daniel 10:5 (RVG)|5]] | + | * [[ Daniel 10:5 (RVG)|5]] Y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz: |
- | * [[ Daniel 10:6 (RVG)|6]] | + | * [[ Daniel 10:6 (RVG)|6]] Y su cuerpo era como el berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de una multitud. |
- | * [[ Daniel 10:7 (RVG)|7]] | + | * [[ Daniel 10:7 (RVG)|7]] Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor y huyeron a esconderse. |
- | * [[ Daniel 10:8 (RVG)|8]] | + | * [[ Daniel 10:8 (RVG)|8]] Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; antes mi fuerza se me cambió en debilidad, sin retener vigor alguno. |
- | * [[ Daniel 10:9 (RVG)|9]] | + | * [[ Daniel 10:9 (RVG)|9]] Pero oí la voz de sus palabras; y oyendo la voz de sus palabras, estaba yo adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra. |
- | * [[ Daniel 10:10 (RVG)|10]] | + | * [[ Daniel 10:10 (RVG)|10]] Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. |
- | * [[ Daniel 10:11 (RVG)|11]] | + | * [[ Daniel 10:11 (RVG)|11]] Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando él hablaba conmigo estas palabras, yo estaba temblando. |
- | * [[ Daniel 10:12 (RVG)|12]] | + | * [[ Daniel 10:12 (RVG)|12]] Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligirte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. |
- | * [[ Daniel 10:13 (RVG)|13]] | + | * [[ Daniel 10:13 (RVG)|13]] Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia. |
- | * [[ Daniel 10:14 (RVG)|14]] | + | * [[ Daniel 10:14 (RVG)|14]] Yo he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es aún para muchos días; |
- | * [[ Daniel 10:15 (RVG)|15]] | + | * [[ Daniel 10:15 (RVG)|15]] y cuando él habló conmigo estas palabras, puse mi rostro en tierra, y enmudecí. |
- | * [[ Daniel 10:16 (RVG)|16]] | + | * [[ Daniel 10:16 (RVG)|16]] Mas he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca, y hablé, y dije a aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se revolvieron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza. |
- | * [[ Daniel 10:17 (RVG)|17]] | + | * [[ Daniel 10:17 (RVG)|17]] ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. |
- | * [[ Daniel 10:18 (RVG)|18]] | + | * [[ Daniel 10:18 (RVG)|18]] Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció; |
- | * [[ Daniel 10:19 (RVG)|19]] | + | * [[ Daniel 10:19 (RVG)|19]] y me dijo: Varón muy amado, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y esfuérzate. Y hablando él conmigo recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. |
- | * [[ Daniel 10:20 (RVG)|20]] | + | * [[ Daniel 10:20 (RVG)|20]] Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Porque luego tengo que volver para pelear con el príncipe de Persia; y saliendo yo, he aquí, el príncipe de Grecia vendrá. |
- | * [[ Daniel 10:21 (RVG)|21]] | + | * [[ Daniel 10:21 (RVG)|21]] Pero yo te declararé lo que está anotado en la Escritura de la verdad. Y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe. |
Current revision
- 1 En el tercer año de Ciro rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel, cuyo nombre era Beltsasar; y la palabra era verdadera, mas el tiempo fijado era largo; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión.
- 2 En aquellos días yo Daniel me contristé por espacio de tres semanas.
- 3 No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas.
- 4 Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel;
- 5 Y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz:
- 6 Y su cuerpo era como el berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de una multitud.
- 7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor y huyeron a esconderse.
- 8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; antes mi fuerza se me cambió en debilidad, sin retener vigor alguno.
- 9 Pero oí la voz de sus palabras; y oyendo la voz de sus palabras, estaba yo adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra.
- 10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
- 11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando él hablaba conmigo estas palabras, yo estaba temblando.
- 12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligirte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
- 13 Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia.
- 14 Yo he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es aún para muchos días;
- 15 y cuando él habló conmigo estas palabras, puse mi rostro en tierra, y enmudecí.
- 16 Mas he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca, y hablé, y dije a aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se revolvieron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza.
- 17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento.
- 18 Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció;
- 19 y me dijo: Varón muy amado, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y esfuérzate. Y hablando él conmigo recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
- 20 Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Porque luego tengo que volver para pelear con el príncipe de Persia; y saliendo yo, he aquí, el príncipe de Grecia vendrá.
- 21 Pero yo te declararé lo que está anotado en la Escritura de la verdad. Y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe.