1 Samuel 26 (RVG)

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* [[ 1 Samuel 26:10 (RVG)|10]] Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,
* [[ 1 Samuel 26:10 (RVG)|10]] Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,
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* [[ 1 Samuel 26:11 (RVG)|11]]
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* [[ 1 Samuel 26:11 (RVG)|11]] guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija del agua, y vámonos.
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* [[ 1 Samuel 26:12 (RVG)|12]]
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* [[ 1 Samuel 26:12 (RVG)|12]] Se llevó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos.
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* [[ 1 Samuel 26:13 (RVG)|13]]
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* [[ 1 Samuel 26:13 (RVG)|13]] Entonces David pasó al otro lado, y se puso en la cumbre del monte, a lo lejos, habiendo gran distancia entre ellos;
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* [[ 1 Samuel 26:14 (RVG)|14]]
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* [[ 1 Samuel 26:14 (RVG)|14]] Y dio voces David al pueblo, y a Abner hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes, Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey?
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* [[ 1 Samuel 26:15 (RVG)|15]]
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* [[ 1 Samuel 26:15 (RVG)|15]] Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre valiente? ¿Y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey.
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* [[ 1 Samuel 26:16 (RVG)|16]]   
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* [[ 1 Samuel 26:16 (RVG)|16]]  Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera.
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* [[ 1 Samuel 26:17 (RVG)|17]]   
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* [[ 1 Samuel 26:17 (RVG)|17]]  Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es ésta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío.
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* [[ 1 Samuel 26:18 (RVG)|18]]   
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* [[ 1 Samuel 26:18 (RVG)|18]]  Y dijo: ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué mal hay en mi mano?
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* [[ 1 Samuel 26:19 (RVG)|19]]   
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* [[ 1 Samuel 26:19 (RVG)|19]]  Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte Él una ofrenda; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, que me han echado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve, sirve a dioses ajenos.
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* [[ 1 Samuel 26:20 (RVG)|20]]   
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* [[ 1 Samuel 26:20 (RVG)|20]]  No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.
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* [[ 1 Samuel 26:21 (RVG)|21]]
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* [[ 1 Samuel 26:21 (RVG)|21]] Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.
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* [[ 1 Samuel 26:22 (RVG)|22]]
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* [[ 1 Samuel 26:22 (RVG)|22]] Y David respondió, y dijo: He aquí la lanza del rey; pase acá uno de los criados, y tómela.
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* [[ 1 Samuel 26:23 (RVG)|23]]  
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* [[ 1 Samuel 26:23 (RVG)|23]] Y Jehová pague a cada uno su justicia y su lealtad; pues Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido de Jehová.
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* [[ 1 Samuel 26:24 (RVG)|24]]  
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* [[ 1 Samuel 26:24 (RVG)|24]] Y he aquí, como tu vida ha sido estimada hoy en mis ojos, así sea mi vida estimada en los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción.
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* [[ 1 Samuel 26:25 (RVG)|25]]
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* [[ 1 Samuel 26:25 (RVG)|25]] Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda ejecutarás tú grandes empresas, y prevalecerás. Entonces David se fue su camino, y Saúl se volvió a su lugar.

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  • 1 Y vinieron los zifeos a Saúl en Gabaa, diciendo: ¿No está David escondido en el collado de Haquila, que está frente a Jesimón?
  • 2 Saúl entonces se levantó, y descendió al desierto de Zif, llevando consigo tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif.
  • 3 Y acampó Saúl en el collado de Haquila, que está delante del desierto junto al camino. Y estaba David en el desierto, y entendió que Saúl le seguía en el desierto.
  • 4 David por tanto envió espías, y entendió por cierto que Saúl había venido.
  • 5 Y se levantó David, y vino al sitio donde Saúl había acampado; y miró David el lugar donde dormía Saúl, y Abner hijo de Ner, general de su ejército. Y estaba Saúl durmiendo en la trinchera, y el pueblo estaba acampado en derredor de él.
  • 6 Entonces habló David, y requirió a Ahimelec heteo, y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl al campamento? Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo.
  • 7 David, pues, y Abisai vinieron de noche al pueblo; y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban tendidos alrededor de él.
  • 8 Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora pues, déjame que lo hiera con la lanza, cosiéndole en la tierra de un golpe, y no segundaré.
  • 9 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?
  • 10 Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o que su día llegue para que muera, o que descendiendo en batalla perezca,
  • 11 guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija del agua, y vámonos.
  • 12 Se llevó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos.
  • 13 Entonces David pasó al otro lado, y se puso en la cumbre del monte, a lo lejos, habiendo gran distancia entre ellos;
  • 14 Y dio voces David al pueblo, y a Abner hijo de Ner, diciendo: ¿No respondes, Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey?
  • 15 Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre valiente? ¿Y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey.
  • 16 Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera.
  • 17 Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es ésta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío.
  • 18 Y dijo: ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué mal hay en mi mano?
  • 19 Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte Él una ofrenda; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, que me han echado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve, sirve a dioses ajenos.
  • 20 No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.
  • 21 Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.
  • 22 Y David respondió, y dijo: He aquí la lanza del rey; pase acá uno de los criados, y tómela.
  • 23 Y Jehová pague a cada uno su justicia y su lealtad; pues Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido de Jehová.
  • 24 Y he aquí, como tu vida ha sido estimada hoy en mis ojos, así sea mi vida estimada en los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción.
  • 25 Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda ejecutarás tú grandes empresas, y prevalecerás. Entonces David se fue su camino, y Saúl se volvió a su lugar.
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