Hechos 28 (RVG)

From Textus Receptus

Revision as of 15:33, 13 December 2012 by Textus Receptus (Talk | contribs)
Jump to: navigation, search
  • 1 Y ya a salvo, entonces supieron que la isla se llamaba Melita.
  • 2 Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; pues encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
  • 3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunos sarmientos, y poniéndolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió a la mano.
  • 4 Y como los bárbaros vieron la serpiente venenosa colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
  • 5 Mas él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún mal padeció.
  • 6 Y ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
  • 7 En aquellos lugares había heredades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y nos hospedó amigablemente tres días.
  • 8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; al cual Pablo entró a ver, y después de haber orado, puso sobre él las manos, y le sanó.
  • 9 Y hecho esto, también otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
  • 10 los cuales también nos honraron con mucho aprecio; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
  • 11 Y después de tres meses, navegamos en una nave de Alejandría que había invernado en la isla, la cual tenía por insignia a Cástor y Pólux.
  • 12 Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días.
  • 13 De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y después de un día, soplando el viento del sur, vinimos al segundo día a Puteoli,
  • 14 donde hallando hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y así, nos fuimos a Roma;
  • 15 de donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibirnos hasta el foro de Appio y Las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
  • 16 Y cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia, mas a Pablo le fue permitido estar aparte, con un soldado que le guardase.
  • 17 Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
  • 18 los cuales, habiéndome interrogado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.
  • 19 Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.
  • 20 Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena.
  • 21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judasa cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.
  • 22 Pero queremos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella.
Personal tools