Juan 11 (RVG)
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* [[Juan 11:1 (RVG)|1]] Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. | * [[Juan 11:1 (RVG)|1]] Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. | ||
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* [[Juan 11:21 (RVG)|21]] Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. | * [[Juan 11:21 (RVG)|21]] Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. | ||
- | * [[Juan 11:22 (RVG)|22]] | + | * [[Juan 11:22 (RVG)|22]] Pero también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. |
- | * [[Juan 11:23 (RVG)|23]] | + | * [[Juan 11:23 (RVG)|23]] Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. |
- | * [[Juan 11:24 (RVG)|24]] | + | * [[Juan 11:24 (RVG)|24]] Le dijo Marta: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. |
- | * [[Juan 11:25 (RVG)|25]] | + | * [[Juan 11:25 (RVG)|25]] Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. |
- | * [[Juan 11:26 (RVG)|26]] | + | * [[Juan 11:26 (RVG)|26]] Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? |
- | * [[Juan 11:27 (RVG)|27]] | + | * [[Juan 11:27 (RVG)|27]] Ella le dijo: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que había de venir al mundo. |
- | * [[Juan 11:28 (RVG)|28]] | + | * [[Juan 11:28 (RVG)|28]] Y habiendo dicho esto, fue y llamó en secreto a María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama. |
- | * [[Juan 11:29 (RVG)|29]] | + | * [[Juan 11:29 (RVG)|29]] Ella, oyéndolo, se levantó aprisa y vino a Él; |
- | * [[Juan 11:30 (RVG)|30]] | + | * [[Juan 11:30 (RVG)|30]] Porque Jesús aún no había llegado a la aldea, sino que estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado. |
- | * [[Juan 11:31 (RVG)|31]] | + | * [[Juan 11:31 (RVG)|31]] Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se levantó aprisa y salió, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. |
- | * [[Juan 11:32 (RVG)|32]] | + | * [[Juan 11:32 (RVG)|32]] Y cuando María llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. |
- | * [[Juan 11:33 (RVG)|33]] | + | * [[Juan 11:33 (RVG)|33]] Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que habían venido con ella, también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó, |
- | * [[Juan 11:34 (RVG)|34]] | + | * [[Juan 11:34 (RVG)|34]] y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. |
- | * [[Juan 11:35 (RVG)|35]] | + | * [[Juan 11:35 (RVG)|35]] Jesús lloró. |
- | * [[Juan 11:36 (RVG)|36]] | + | * [[Juan 11:36 (RVG)|36]] Dijeron entonces los judíos: ¡Mirad cuánto le amaba! |
- | * [[Juan 11:37 (RVG)|37]] | + | * [[Juan 11:37 (RVG)|37]] Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía Éste, que abrió los ojos al ciego, hacer también que éste no muriera? |
- | * [[Juan 11:38 (RVG)|38]] | + | * [[Juan 11:38 (RVG)|38]] Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. |
- | * [[Juan 11:39 (RVG)|39]] | + | * [[Juan 11:39 (RVG)|39]] Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. |
- | * [[Juan 11:40 (RVG)|40]] | + | * [[Juan 11:40 (RVG)|40]] Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? |
- | * [[Juan 11:41 (RVG)|41]] | + | * [[Juan 11:41 (RVG)|41]] Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto: Y Jesús alzando sus ojos, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído. |
- | * [[Juan 11:42 (RVG)|42]] | + | * [[Juan 11:42 (RVG)|42]] Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. |
- | * [[Juan 11:43 (RVG)|43]] | + | * [[Juan 11:43 (RVG)|43]] Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! |
- | * [[Juan 11:44 (RVG)|44]] | + | * [[Juan 11:44 (RVG)|44]] Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. |
- | * [[Juan 11:45 (RVG)|45]] | + | * [[Juan 11:45 (RVG)|45]] Entonces muchos de los judíos que habían venido a María, y habían visto lo que hizo Jesús, creyeron en Él. |
- | * [[Juan 11:46 (RVG)|46]] | + | * [[Juan 11:46 (RVG)|46]] Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. |
- | * [[Juan 11:47 (RVG)|47]] | + | * [[Juan 11:47 (RVG)|47]] Entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchos milagros. |
- | * [[Juan 11:48 (RVG)|48]] | + | * [[Juan 11:48 (RVG)|48]] Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación. |
- | * [[Juan 11:49 (RVG)|49]] | + | * [[Juan 11:49 (RVG)|49]] Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; |
- | * [[Juan 11:50 (RVG)|50]] | + | * [[Juan 11:50 (RVG)|50]] ni consideráis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. |
- | * [[Juan 11:51 (RVG)|51]] | + | * [[Juan 11:51 (RVG)|51]] Y esto no lo dijo de sí mismo; sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; |
- | * [[Juan 11:52 (RVG)|52]] | + | * [[Juan 11:52 (RVG)|52]] y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. |
- | * [[Juan 11:53 (RVG)|53]] | + | * [[Juan 11:53 (RVG)|53]] Así que, desde aquel día consultaban juntos para matarle. |
- | * [[Juan 11:54 (RVG)|54]] | + | * [[Juan 11:54 (RVG)|54]] Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se fue de allí a la tierra que está junto al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos. |
- | * [[Juan 11:55 (RVG)|55]] | + | * [[Juan 11:55 (RVG)|55]] Y la pascua de los judíos estaba cerca; y muchos de aquella tierra subieron a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse. |
- | * [[Juan 11:56 (RVG)|56]] | + | * [[Juan 11:56 (RVG)|56]] Y buscaban a Jesús, y estando en el templo, se decían unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta? |
- | * [[Juan 11:57 (RVG)|57]] | + | * [[Juan 11:57 (RVG)|57]] Y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado orden, que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen. |
Current revision
See Also: Old Testament (RVG) |
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- 1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
- 2 ( María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y enjugó sus pies con sus cabellos. )
- 3 Enviaron, pues, sus hermanas a Él, diciendo: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
- 4 Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
- 5 Y amaba Jesús a Marta, y a su hermana, y a Lázaro.
- 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó aún dos días en el mismo lugar donde estaba.
- 7 Luego, después de esto, dijo a sus discípulos: Vamos a Judasa otra vez.
- 8 Sus discípulos le dijeron: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
- 9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? Si alguien anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
- 10 Pero si alguien anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
- 11 Estas cosas dijo Él; y después de esto les dijo: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas yo voy a despertarle del sueño.
- 12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sano estará.
- 13 Pero esto decía Jesús de su muerte; y ellos pensaban que hablaba del reposar del sueño.
- 14 Y entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
- 15 y me alegro por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
- 16 Dijo entonces Tomás, llamado el Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
- 17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que él estaba en el sepulcro.
- 18 Y Betania estaba cerca de Jerusalén como a quince estadios.
- 19 Y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
- 20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó sentada en casa.
- 21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
- 22 Pero también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
- 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
- 24 Le dijo Marta: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
- 25 Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
- 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
- 27 Ella le dijo: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que había de venir al mundo.
- 28 Y habiendo dicho esto, fue y llamó en secreto a María su hermana, diciendo: El Maestro está aquí y te llama.
- 29 Ella, oyéndolo, se levantó aprisa y vino a Él;
- 30 Porque Jesús aún no había llegado a la aldea, sino que estaba en aquel lugar donde Marta le había encontrado.
- 31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se levantó aprisa y salió, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
- 32 Y cuando María llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
- 33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que habían venido con ella, también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó,
- 34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
- 35 Jesús lloró.
- 36 Dijeron entonces los judíos: ¡Mirad cuánto le amaba!
- 37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía Éste, que abrió los ojos al ciego, hacer también que éste no muriera?
- 38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
- 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
- 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
- 41 Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto: Y Jesús alzando sus ojos, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído.
- 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
- 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
- 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
- 45 Entonces muchos de los judíos que habían venido a María, y habían visto lo que hizo Jesús, creyeron en Él.
- 46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.
- 47 Entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchos milagros.
- 48 Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
- 49 Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;
- 50 ni consideráis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
- 51 Y esto no lo dijo de sí mismo; sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
- 52 y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
- 53 Así que, desde aquel día consultaban juntos para matarle.
- 54 Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se fue de allí a la tierra que está junto al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos.
- 55 Y la pascua de los judíos estaba cerca; y muchos de aquella tierra subieron a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse.
- 56 Y buscaban a Jesús, y estando en el templo, se decían unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?
- 57 Y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos habían dado orden, que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.