Juan 4 (RVG)

From Textus Receptus

(Difference between revisions)
Jump to: navigation, search
(New page: * 1 Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto * 2 * 3 * [[Juan 4:4...)
Current revision (08:26, 21 March 2016) (view source)
 
(14 intermediate revisions not shown.)
Line 1: Line 1:
-
* [[Juan 4:1 (RVG)|1]]  Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
+
{{Books of the New Testament RVG}}
 +
* [[Juan 4:1 (RVG)|1]]  Y cuando el Señor entendió que los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan
-
* [[Juan 4:2 (RVG)|2]]  
+
* [[Juan 4:2 (RVG)|2]] ( aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos ),
-
* [[Juan 4:3 (RVG)|3]]  
+
* [[Juan 4:3 (RVG)|3]] dejó Judasa, y se fue otra vez a Galilea.
-
* [[Juan 4:4 (RVG)|4]]  
+
* [[Juan 4:4 (RVG)|4]] Y le era necesario pasar por Samaria.
-
* [[Juan 4:5 (RVG)|5]]  
+
* [[Juan 4:5 (RVG)|5]] Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José;
-
* [[Juan 4:6 (RVG)|6]]  
+
* [[Juan 4:6 (RVG)|6]] y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo; y era como la hora sexta.
-
* [[Juan 4:7 (RVG)|7]]  
+
* [[Juan 4:7 (RVG)|7]] Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber
    
    
-
* [[Juan 4:8 (RVG)|8]]  
+
* [[Juan 4:8 (RVG)|8]] ( Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer ).
-
* [[Juan 4:9 (RVG)|9]]  
+
* [[Juan 4:9 (RVG)|9]] Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.
-
* [[Juan 4:10 (RVG)|10]]  
+
* [[Juan 4:10 (RVG)|10]] Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.
-
* [[Juan 4:11 (RVG)|11]]  
+
* [[Juan 4:11 (RVG)|11]] La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
-
* [[Juan 4:12 (RVG)|12]]  
+
* [[Juan 4:12 (RVG)|12]] ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?
-
* [[Juan 4:13 (RVG)|13]]  
+
* [[Juan 4:13 (RVG)|13]] Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed,
-
* [[Juan 4:14 (RVG)|14]]  
+
* [[Juan 4:14 (RVG)|14]] pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
-
* [[Juan 4:15 (RVG)|15]]  
+
* [[Juan 4:15 (RVG)|15]] La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.
-
* [[Juan 4:16 (RVG)|16]]  
+
* [[Juan 4:16 (RVG)|16]] Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
-
* [[Juan 4:17 (RVG)|17]]  
+
* [[Juan 4:17 (RVG)|17]] Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
-
* [[Juan 4:18 (RVG)|18]]  
+
* [[Juan 4:18 (RVG)|18]] porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
-
* [[Juan 4:19 (RVG)|19]]  
+
* [[Juan 4:19 (RVG)|19]] La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.
-
* [[Juan 4:20 (RVG)|20]]  
+
* [[Juan 4:20 (RVG)|20]] Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
-
* [[Juan 4:21 (RVG)|21]]  
+
* [[Juan 4:21 (RVG)|21]] Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
-
* [[Juan 4:22 (RVG)|22]]
+
* [[Juan 4:22 (RVG)|22]] Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
-
* [[Juan 4:23 (RVG)|23]]
+
* [[Juan 4:23 (RVG)|23]] Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
-
* [[Juan 4:24 (RVG)|24]]
+
* [[Juan 4:24 (RVG)|24]] Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.
-
* [[Juan 4:25 (RVG)|25]]
+
* [[Juan 4:25 (RVG)|25]] La mujer le dice: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo: Cuando Él venga nos declarará todas las cosas.
-
* [[Juan 4:26 (RVG)|26]]
+
* [[Juan 4:26 (RVG)|26]] Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
-
* [[Juan 4:27 (RVG)|27]]
+
* [[Juan 4:27 (RVG)|27]] Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?
-
* [[Juan 4:28 (RVG)|28]]
+
* [[Juan 4:28 (RVG)|28]] Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
-
* [[Juan 2:29 (RVG)|29]]
+
* [[Juan 4:29 (RVG)|29]] Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo?
-
* [[Juan 2:30 (RVG)|30]]
+
* [[Juan 4:30 (RVG)|30]] Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él.
-
* [[Juan 2:31 (RVG)|31]]
+
* [[Juan 4:31 (RVG)|31]] Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
-
* [[Juan 2:32 (RVG)|32]]
+
* [[Juan 4:32 (RVG)|32]] Pero Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
-
* [[Juan 2:33 (RVG)|33]]
+
* [[Juan 4:33 (RVG)|33]] Entonces los discípulos se decían el uno al otro: ¿Le habrá traído alguien de comer?
-
* [[Juan 2:34 (RVG)|34]]
+
* [[Juan 4:34 (RVG)|34]] Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
-
* [[Juan 2:35 (RVG)|35]]
+
* [[Juan 4:35 (RVG)|35]] ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que venga la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
-
* [[Juan 2:36 (RVG)|36]]
+
* [[Juan 4:36 (RVG)|36]] Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.
-
* [[Juan 2:37 (RVG)|37]]
+
* [[Juan 4:37 (RVG)|37]] Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
-
* [[Juan 2:38 (RVG)|38]]
+
* [[Juan 4:38 (RVG)|38]] Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
-
* [[Juan 2:39 (RVG)|39]]
+
* [[Juan 4:39 (RVG)|39]] Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.
-
* [[Juan 2:40 (RVG)|40]]
+
* [[Juan 4:40 (RVG)|40]] Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.
-
* [[Juan 2:41 (RVG)|41]]
+
* [[Juan 4:41 (RVG)|41]] Y creyeron muchos más por la palabra de Él.
-
* [[Juan 2:42 (RVG)|42]]
+
* [[Juan 4:42 (RVG)|42]] Y decían a la mujer: Ahora creemos, no sólo por tu dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.
-
* [[Juan 2:43 (RVG)|43]]
+
* [[Juan 4:43 (RVG)|43]] Y dos días después, salió de allí y se fue a Galilea.
-
* [[Juan 2:44 (RVG)|44]]
+
* [[Juan 4:44 (RVG)|44]] Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
-
* [[Juan 2:49 (RVG)|49]]
+
* [[Juan 4:45 (RVG)|45]] Y cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que Él hizo en Jerusalén en el día de la fiesta; pues también ellos habían ido a la fiesta.
-
* [[Juan 2:50 (RVG)|50]]
+
* [[Juan 4:46 (RVG)|46]] Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaúm un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
-
* [[Juan 2:51 (RVG)|51]]
+
* [[Juan 4:47 (RVG)|47]] Éste, cuando oyó que Jesús venía de Judasa a Galilea, vino a Él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, porque estaba a punto de morir.
-
* [[Juan 2:52 (RVG)|52]]
+
* [[Juan 4:48 (RVG)|48]] Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
 +
 
 +
* [[Juan 4:49 (RVG)|49]] El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
 +
 
 +
* [[Juan 4:50 (RVG)|50]] Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
 +
 
 +
* [[Juan 4:51 (RVG)|51]] Y cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron las nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
 +
 
 +
* [[Juan 4:52 (RVG)|52]] Entonces les preguntó a qué hora había comenzado a mejorar. Y le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.
 +
 
 +
* [[Juan 4:53 (RVG)|53]] Entonces el padre entendió que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y toda su casa.
 +
 
 +
* [[Juan 4:54 (RVG)|54]] Éste además es el segundo milagro que Jesús hizo, cuando vino de Judasa a Galilea.

Current revision

  • 1 Y cuando el Señor entendió que los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan
  • 2 ( aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos ),
  • 3 dejó Judasa, y se fue otra vez a Galilea.
  • 4 Y le era necesario pasar por Samaria.
  • 5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José;
  • 6 y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo; y era como la hora sexta.
  • 7 Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber
  • 8 ( Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer ).
  • 9 Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.
  • 10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.
  • 11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
  • 12 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?
  • 13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed,
  • 14 pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
  • 15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.
  • 16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
  • 17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
  • 18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
  • 19 La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.
  • 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
  • 21 Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
  • 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
  • 23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
  • 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.
  • 25 La mujer le dice: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo: Cuando Él venga nos declarará todas las cosas.
  • 26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
  • 27 Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?
  • 28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
  • 29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo?
  • 30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él.
  • 31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
  • 32 Pero Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
  • 33 Entonces los discípulos se decían el uno al otro: ¿Le habrá traído alguien de comer?
  • 34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
  • 35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que venga la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
  • 36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.
  • 37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
  • 38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
  • 39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.
  • 40 Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.
  • 41 Y creyeron muchos más por la palabra de Él.
  • 42 Y decían a la mujer: Ahora creemos, no sólo por tu dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.
  • 43 Y dos días después, salió de allí y se fue a Galilea.
  • 44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
  • 45 Y cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que Él hizo en Jerusalén en el día de la fiesta; pues también ellos habían ido a la fiesta.
  • 46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaúm un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
  • 47 Éste, cuando oyó que Jesús venía de Judasa a Galilea, vino a Él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, porque estaba a punto de morir.
  • 48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
  • 49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
  • 50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
  • 51 Y cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron las nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
  • 52 Entonces les preguntó a qué hora había comenzado a mejorar. Y le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.
  • 53 Entonces el padre entendió que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y toda su casa.
  • 54 Éste además es el segundo milagro que Jesús hizo, cuando vino de Judasa a Galilea.
Personal tools